27 de febrero de 2015

Comenzó la Cuaresma 2015

     Con la imposición de la Ceniza y la Celebración de la Eucaristía el pasado miércoles 18 de Febrero a las 18:30 h., conocido como el Miércoles de Ceniza, daba comienzo al tiempo de Cuaresma.
      Este año bajo el lema, en nuestra diócesis de "Discípulos Misioneros de la Alianza". El lema escogido para esta Cuaresma: hace referencia a la Alianza. En las primeras lecturas de los domingos se irán narrando progresivamente y por ello las hemos elegido como hilo conductor. Se irá explicando su sentido, la iniciativa de Dios, la respuesta por nuestra parte y su culmen en Cristo que se entrega sellando con su sangre la Nueva Alianza. Se ha escogido el Icono del “Esposo”.


EL ICONO DEL ESPOSO

      Antiguo y Nuevo Testamento describen la relación de Dios con su pueblo y con cada bautizado como una relación esponsal; la vida de las diversas iglesias cristianas ha continuado y desarrollado esta dimensión esponsal en la vida litúrgica, monástica y en la eclesiología, y especialmente en los tres primeros días de la Semana Santa en la tradición bizantina, es destacada la figura de Cristo esposo y, por tanto, las bodas de Dios con la Iglesia, con la humanidad.

      El icono «del Esposo» representa a Cristo sufriente y es llamado también «la mayor humillación», haciendo referencia implícita al texto del capítulo segundo de la carta a los Filipenses.

      Esta imagen que contemplas es conocida también como el “icono del Esposo”. Cristo muerto, de pie en el sepulcro, es el esposo. En la cruz, en la entrega de su Hijo hasta las últimas consecuencias, Dios ha querido hacer una alianza nueva, definitiva, sin vuelta atrás, con todos los hombres, con su Iglesia, contigo. 

     ¡Amor de esposo hasta dar su vida por la amada! Amor que no te abandona. Amor como el de un buen pastor, «no como el asalariado que, cuando ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace presa de ella» (Jn 10, 12). Jesús sí tiene interés por ti; jamás te abandonará. Tal vez, en las dificultades, pienses en secreto que Dios se ha olvidado de ti: «Me ha abandonado Dios, el Señor me ha olvidado» (Is 40, 14). Pues aunque temas que los lobos hagan presa de ti, el Señor no te abandona a tu suerte: «Yo doy mi vida por las ovejas», dijo Jesús y la dio en la cruz.

      El Esposo que te ha amado hasta dar su vida por ti pidió: «Amaos los unos a los otros como yo os he amado» (Jn 15, 12) ¡Amar como Él te ama, hasta entregar tu vida como Él la entregó por ti! ¿Llegará a crecer en ti un amor tan grande, un amor así?

      ¡Vivir en comunión de amor! El Esposo solo desea la felicidad de quien ama: «Os he dicho todo esto para que participéis en mi gozo y vuestro gozo sea completo» (Jn 15, 19). ¿Llegarás a descubrir el gozo de compartir la fe, de vivir este amor con quien vive a tu lado?¿Superarás la tristeza del egoísmo, la tristeza del corazón que guarda para sí parte de su vida?

      Si miramos sus manos, no están atadas con cuerdas. Las cuerdas que le atan debe descubrirlas el corazón contemplativo: son las cuerdas del amor a la Iglesia. Se encuentran libres, pero Jesús libremente se somete y se ofrece como manso cordero.

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