10 de febrero de 2013

Sor María de Jesús León

La Siervita de Dios.jpg   El próximo viernes 15 de febrero, miles de devotos podrán visitar en el convento de Santa Catalina de Siena (La Laguna) el cuerpo incorrupto de Sor María de Jesús León Delgado.
   Las puertas de la iglesia del convento lagunero de Santa Catalina de Siena abrirán desde las 5:00 horas de la madrugada para recibir la visita de miles de ciudadanos que hacen colas de más de un kilómetro para acudir a rendir culto.
 
El 15 de febrero de 1731 Sor María de Jesús fallece en el convento. Sin embargo antes de morir cayó en un éxtasis que duró tres días y murió conservando el pulso y las pupilas claras durante más de 24 horas. Junto al corazón tenía la herida del costado de Cristo. En el momento de su muerte Sor María tenía 87 años, por lo tanto vivió una larga vida para la época y más teniendo en cuenta la estricta vida monástica y de constante y sacrificada penitencia que llevó a lo largo de los años hasta el día de su muerte.
   A los tres años de su fallecimiento su cuerpo es exhumado y fue encontrado entero y flexible, el paladar y la lengua se conservaron frescos y sonrosados y soltaba sangre perfumada a jazmín. Se descubrió que la tierra de su sepultura estaba húmeda y que los hábitos de la monja estaban empapados. Es de destacar que el caso del cuerpo incorrupto de "La Siervita", como es conocida popularmente Sor María de Jesús, guarda cierta similitud al de Santa Teresa de Jesús y de Ávila, ya que en ambos casos su cuerpo fue descubierto tiempo después de su muerte tal y como murió, fresco y con olor agradable y con abundante tierra dentro del ataúd, ya que la tumba se había abierto.

   El capitán Amaro Pargo que estuvo presente en la exumación donó el lujoso sarcófago en que reposan los restos de la monja, en lugar de la sepultura que le tenía prevista, y haciendo esculpir en la urna en un claro deseo de dejar constancia de su sobrenombre los siguientes versos:
P arece a quien el humano afán
A mirar con luz divina
R ara ave peregrina
G irando al Cielo Guzmán
O al trono de Catalina.

Seis años después de su fallecimiento fue creado un grabado con la imagen de la monja por petición de Amaro Pargo, este retrato fue dibujado por el capitán Don José Rodríguez de la Oliva. En 1739 se estampó de nuevo, utilizándose la misma plancha retallada.

Cada 15 de febrero (aniversario de su muerte) su cuerpo es expuesto al público en un sarcófago con cubierta de cristal, ante las masivas peregrinaciones de devotos que desean ver a la "Monjita Milagrosa de Tenerife", dicho sarcófago solo puede ser abierto con tres llaves, una está en posesión de las monjas del convento, otra del Ayuntamiento de La Laguna y una tercera es propiedad de los descendientes de Amaro Pargo, dichas llaves giran en diferentes sentidos que sólo las monjas conocen, según lo han aprendido a través de generaciones.

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